Higiene de Manos: Pilar de la Prevención de Infecciones

La higiene de manos es la acción más sencilla, efectiva y económica para prevenir infecciones en entornos sanitarios. A pesar de su simplicidad, su cumplimiento es aún un reto en muchos centros. Enfermería tiene un papel clave en mantener esta práctica como un estándar de seguridad.

Importancia en la atención sanitaria

Las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) son una de las principales causas de morbilidad hospitalaria. La OMS establece que el correcto lavado de manos puede reducir entre un 30 y un 50 % estas infecciones. La higiene bucodental, es otra muy importante. La higiene no solo protege al paciente, sino también al personal y a la comunidad.

Momentos clave

La OMS define “los cinco momentos para la higiene de manos”: antes del contacto con el paciente, antes de realizar procedimientos asépticos, después de exposición a fluidos corporales, después del contacto con el paciente, y después del contacto con su entorno.

Métodos recomendados

  • Lavado con agua y jabón (al menos 40-60 segundos)
  • Higiene con solución hidroalcohólica (20-30 segundos)
  • Retiro de anillos, pulseras y uñas postizas
  • Secado adecuado con toalla desechable

La solución hidroalcohólica debe estar disponible en todas las estaciones de trabajo, y su uso debe ser supervisado y reforzado constantemente.

Factores que afectan la adherencia

La sobrecarga laboral, la falta de insumos, o una cultura institucional débil en seguridad del paciente, son factores que disminuyen la adherencia. También influyen el desconocimiento y la falta de liderazgo.

Rol de la enfermería

El personal de enfermería no solo debe aplicar la higiene de manos, sino también promoverla entre colegas, pacientes y visitantes. Ser un modelo de buenas prácticas es parte del liderazgo profesional.

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Un sistema de salud más seguro comienza con un simple gesto: lavarse las manos correctamente.