Las úlceras por presión (UPP) son lesiones cutáneas graves que afectan a pacientes hospitalizados, especialmente a aquellos con movilidad reducida. Su aparición suele estar relacionada con la inmovilidad, pero también con factores como desnutrición, humedad o fricción. La enfermería desempeña un papel clave en su prevención mediante acciones continuas y personalizadas.
Factores de riesgo y detección precoz
Algunos de los factores más frecuentes son: edad avanzada, bajo peso, incontinencia, enfermedades crónicas y postración. La escala de Braden es una herramienta útil para valorar el riesgo desde el ingreso. Cuanto antes se detecte el riesgo, más fácil será prevenir complicaciones.
Medidas preventivas eficaces
- Movilización cada 2 horas o según protocolo.
- Uso de superficies especiales (colchones antiescaras).
- Mantenimiento de la piel limpia, seca e hidratada.
- Nutrición adecuada y aporte proteico.
- Educación al paciente y familia sobre cambios posturales.
Seguimiento e intervención enfermera
El rol enfermero es esencial no solo para aplicar medidas, sino para observar la piel, registrar cambios y coordinar con el equipo multidisciplinario. Un área enrojecida no debe ignorarse: puede ser el primer signo de una lesión en evolución.
La prevención de UPP es una muestra del cuidado anticipatorio que caracteriza a la enfermería profesional. Más que tratar una herida, se trata de evitar que ocurra.